LOS ÁNGELES - Para muchos trabajadores, cortar algunos elegantes muebles para las cocinas y baños puede ser nocivo para la salud.
“Están con el pelo todo blanco, su ropa, no miran el peligro que tienen al cortar ese material”, dijo María Cabrera, de la Organización Pacoima Beautiful.
Los trabajadores agarran su sierra o amoladora angular sin imaginarse lo que podrían respirar en ese momento.
“Cuando ellos cortan el polvo, que se llama silica, se va directamente a los pulmones”, agregó Cabrera.
De acuerdo con el gobierno de California, de 4,000 trabajadores, entre 400 y 800 se enfermarán de silicosis, y 161 de ellos morirán. De acuerdo con Pacoima Beautiful, en el valle de San Fernando han detectado al menos 60 casos de silicosis.
PERO ¿CÓMO COMIENZA ESTE PADECIMIENTO?
La enfermedad se manifiesta con “una tosecita, falta de respiración, infecciones pulmonares, cuando van al médico y no dicen en que trabajan, tienen un diagnóstico de neumonía no de silicosis y siguen trabajando”, dijo el doctor Édgar Chávez.
La Silicosis no tiene cura, y las personas que la padecen de forma crónica necesitan un trasplante de pulmón. Por eso, el doctor Chávez dijo que los trabajadores deben tener en cuenta “las medidas de protección que deben utilizar en su lugar de empleo para evitar que las partículas peligrosas se queden en su cuerpo”.
Claudia Vázquez, de la Organización Pacoima Beautiful, mostró “la mascarilla y esas (gafas) para proteger los ojos, un overall para proteger su ropa y piel que no tenga polvo en su cuerpo”.
Un gran número de los trabajadores afectados son latinos y cada vez son menos los materiales naturales. En el sitio de trabajo debe haber ventilación, y agua para controlar el polvo. Pero también recuerden “el tiempo pasa y uno no quiere hacerse su chequeo su examen general”, dijo Rodolfo Sifuentes, un trabajador.
UNA ENFERMEDAD INCURABLE
La silicosis es una enfermedad que cicatriza los pulmones al respirar partículas de sílica cristalina. En California, los trabajadores inmigrantes son desproporcionadamente expuestos y tienen más probabilidad de padecerla.
Según un reporte publicado en junio por JAMA Internal Medicine, hay una asociación de silicosis y hombres de origen Latino que se dedican a cortar encimeras, o lozas de mármol o granito que normalmente se ponen en las cocinas y baños.
El reporte fue compuesto por 52 participantes entre 40 a 49 años de edad con más de 10 años trabajando en este oficio. La mayoría de los participantes eran inmigrantes de México, El Salvador y otros países centroamericanos.
Sin embargo, se han reportado casos de personas de tan solo 27 años. Es el caso de Leobardo Segura Meza que sufre de silicosis. En la foto tomada en su casa en Pacoima se ve con su tanque de oxigeno que debe utilizar continuamente.
Entre los 52 participantes, 38% habían desarrollado una enfermedad avanzada, con una probabilidad de que 19% perderían sus vidas.
Además, 11 participantes fueron referidos para un trasplante pulmonar. Tres recibieron la cirugía y solo dos sobrevivieron. La exposición de sílica cristalina fue en mayor parte una consecuencia del respirar el polvo que sopla al cortar encimeras.
Según el Departamento de Relaciones Industriales, el límite permisible para respirar sílica cristalina es 50 microgramos por metro cúbico entre el curso de ocho horas de trabajo. Sin embargo, la mayoría de encimeras contienen más de 90% de sílica cristalina.
La encimera más producida en los Estados Unidos es hecha por ingeniería (incluye piedra artificial, sintética o cuarzo conglomerado). La responsabilidad de los fabricantes es cortar, lijar, y pulir el material.
El problema, según el reporte, es que en muchos de estos lugares no hay ventilación adecuada, métodos de controlar el polvo o equipaje para prevención personal. Solo 5% de los participantes tenían un respirador que les cubría toda la cara.
Entre los 52 participantes, solo 20% tiene cobertura (restringida) por Medi-Cal. Mientras el 10% confirmó que no tiene ninguna cobertura médica. Estas cifras afectan las posibilidades de morir por una enfermedad respiratoria como silicosis.
Además de esto, la mayoría de los participantes provienen de un nivel socioeconómico bajo. A muchos de estos trabajadores no les da otro tipo de oficio, forzándolos a seguir donde están.