Liberan a más de 1,700 reos indocumentados

Si bien es para aliviar la superpoblación carcelaria, serán deportados

El gobierno de Estados Unidos se apresta a liberar a más de 6,000 presos antes de que cumplan sus condenas en el marco de un programa destinado a aliviar la superpoblaciójn carcelaria, de los cuales alrededor de 1,700 son inmigrantes indocumentados, quienes serían deportados tras su liberación.

Se estima que unas 2.2 millones de personas se encuentran tras las rejas en EEUU, país que concentra el 25% de la población carcelaria del mundo. Los presos liberados aún tienen condenas firmes y las estaban cumpliendo aunque la mayoría estaba previsto salir en libertad en al menos un año.

En el caso de los inmigrantes sin papeles, la justicia norteamericana tiene en vigencia un programa por el cual, tras cumplir su sentencia, son trasladados a ICE (Immigration and Custom Enforcement) donde se les inicia el proceso de deportación a menos que califiquen para algún beneficio inmigratorio.

Una vez que el gobierno comprueba que no pueden recibir ningún beneficio, un juez de Inmigración firma la orden de deportación y los inmigrantes son literalmente removidos de EEUU con destino a su país de origen en la mayoría de los casos.

No se sabe con certeza si los 1,700 indocumentados liberados esta semana serán deportados de inmediato o en las próximas semanas, especialmente aquellos cuyas condenas están relacionadas con delitos graves.

El resto de los reos, será trasladado a centros de reinserción o estarán bajo arresto domiciliario hasta que se concrete el proceso de libertad bajo vigilancia.

Mientras tanto, el presidente Barack Obama, anunció este lunes un amplio abanico de medidas para facilitar la reintegración de las más de 600,000 personas que cada año salen de la cárcel en el país, en un intento por romper el círculo que muy a menudo termina nuevamente con ellas en prisión.

"Tenemos que asegurar que los estadounidenses que han pagado su deuda con la sociedad tengan una segunda oportunidad", dijo Obama al anunciar el plan en la ciudad de Newark, en Nueva Jersey.

El presidente dijo que va a utilizar sus poderes ejecutivos para dar más fondos a acciones de ayuda a los expresidiarios y para impulsar su entrada en el mercado laboral.

Entre ellas figura un programa de becas de $8 millones para promover la educación entre los exconvictos, así como un proyecto de formación profesional y empleo en nuevas tecnologías que ya han puesto en práctica 30 entidades locales del país.

Los expresos podrán participar en este programa formativo de nuevas tecnologías en cinco ciudades, entre ellas Nueva Orleans (LOuisiana), Memphis (Tennessee) y Washington, que enseñará nuevas capacitaciones de desarrollo tecnológico a 200 exreos para luego ayudarles a entrar en el mercado de trabajo.

El plan incluye también nuevas directrices para los complejos de vivienda pública sobre el uso del historial de arrestos como uno de los criterios a la hora de asignar plazas.

Además, Obama ordenó a la agencia federal encargada de gestionar las contrataciones gubernamentales que solo se pregunte a los candidatos por su historial penal en una fase avanzada del proceso de selección.

La Casa Blanca quiere de esta forma acabar con la práctica de incluir en los formularios de solicitud de empleo una casilla para que los aspirantes digan si han sido condenados alguna vez por un delito, con la que a menudo se descarta directamente a muchos candidatos.

Obama, hasta donde le permiten sus capacidades ejecutivas, se adelanta así al Congreso estadounidense, que está considerando aprobar legislación con ese fin para facilitar la reinserción laboral de los expresidiarios.

Contáctanos