Joe Biden

La primera dama revela cómo soluciona las peleas con Joe Biden

Jill Biden se conoció con el entonces senador Joe Biden en 1975 y contrajeron matrimonio dos años después.

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WASHINGTON — Cuando el presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden no están de acuerdo no discuten frente a otras personas. En cambio, dice, discuten por mensaje de texto.

Jill Biden, quien ha dedicado su vida a la educación y enseñanza, también dijo en una entrevista a la revista Harper's Bazaar que su divorcio de su primer esposo le enseñó a ser independiente y que le ha inculcado esa lección a su hija y a sus nietas.

Cuando Joe Biden era vicepresidente, la pareja decidió resolver los desacuerdos por mensaje de texto para evitar pelear en presencia de sus agentes del Servicio Secreto, y lo llamó “fexting”.

"TRATO DE SER SU APOYO"

Después de que ella le envió un mensaje de texto en una discusión reciente, Biden le comentó: “¿Te das cuenta de que eso pasará a la historia? Habrá un registro de eso'”, le dijo al referirse a que todas las comunicaciones presidenciales se conservan para el registro histórico. Sobre este episodio, ella le dijo a al entrevistador: “No te diré cómo lo llamé [a Biden] esa vez”.

Jill Biden también comentó que trata de ser el principal soporte de Biden. "Trato de ser un apoyo para Joe, porque no sé cuántas personas le dicen: 'Eso fue genial. Eso fue brillante. Intento ser esa persona para él”, aseguró.

“Algunos días veo a Joe y digo: ‘No sé cómo lo estás haciendo’. Es la pandemia y luego la guerra y luego la economía y luego los precios de la gasolina. Te sientes como si estuvieras siendo golpeado”, agregó.

La primera dama es la portada de la edición de junio-julio de la publicación, que estará a la venta desde el próximo 7 de junio. Harper's Bazaar dijo que es la primera vez en sus 155 años de historia que una primera dama de EEUU aparece de manera tan prominente.

En enero del 2021 hizo historia al convertirse en la única primera dama en la historia de EEUU en mantener su empleo de profesora pese a las demandas de su nuevo rol.

Jill Biden tenía 18 años cuando se casó con su primer esposo. Pero a mediados de los 20, estaba divorciada, sola y sola por primera vez en su vida. La ruptura le asestó un golpe emocional ya que había idolatrado la unión de sus padres y pensó que tendría un matrimonio tan duradero como el de ellos.

“Sabía que nunca jamás volvería a ponerme en esa posición, donde no sentía que tenía las finanzas para estar sola, que tenía que obtener el dinero a través de un acuerdo de divorcio”, dijo.

Esa decisión, la de seguir manteniendo su independencia laboral, además de mantenerse al frente de la oficina de la primera dama, es histórica.

“Le inculqué eso a (mi hija), Ashley, ‘Sé independiente, sé independiente’. Y a mis nietas”, dijo. “Tienes que ser capaz de pararte sobre tus propios pies”.

Jill Biden conoció al entonces senador Joe Biden en 1975 y se casaron dos años después en una discreta ceremonia católica en la capilla de las Naciones Unidas en Nueva York.

Siguió enseñando como maestra a lo largo de su ascenso en la política nacional y finalmente se convirtió en la primera dama en tener un trabajo remunerado fuera de la Casa Blanca. Adapta sus responsabilidades como primera dama a su horario como profesora de inglés y escritura dos veces por semana en Northern Virginia Community College.

Una de sus nietas, Naomi, está comprometida y está planeando una recepción de bodas en la Casa Blanca en noviembre. Otra nieta le dijo recientemente a la primera dama que consiguió una pasantía en Washington y que le gustaría mudarse a la mansión ejecutiva durante el verano.

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