WASHINGTON - La presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi dijo el miércoles que llamó “obeso mórbido” al presidente Donald Trump porque él le ha faltado el respeto a las mujeres por su peso.
Además, insinuó que no le vendría mal a Trump perder algunas libras ahora que el coronavirus se ha adentrado en la capital del país.
“Le di una cucharada de su propia medicina. Él ha insultado a las mujeres de varias formas durante mucho tiempo, y creo que él piensa que es algo gracioso en ciertas culturas”, dijo Pelosi a la prensa durante su conferencia semanal. “Sólo cité lo que los doctores han dicho de él, así que sólo presenté los hechos de forma muy empática”.
En estricta teoría, el presidente encaja en la definición de obesidad, pero no mórbida. Pelosi llamó el lunes “obeso mórbido” a Trump. El mandatario respondió diciendo que ella era una “pérdida de tiempo”, para decir minutos después que Pelosi sufre problemas mentales.
El nivel de empatía de Pelosi no quedó claro. Incluso en momentos en que el virus devasta al país y su economía, los dos apenas pueden dirigirse la palabra.
Han tenido enfrentamientos desde el inicio de la presidencia de Trump y se han agudizado desde que Pelosi tomó las riendas de la Cámara Baja en 2019, por segunda ocasión. Los temas han sido desde históricos — como el cierre de gobierno y el juicio político a Trump — hasta insultos infantiles y quién tiene la última palabra.
Pero en realidad, siempre ha sido una cuestión de poder, un lujo que nunca ha sido tan crucial como durante una pandemia que ha cobrado más de 92,000 vidas en Estados Unidos y ha dejado sin empleo a más de 36 millones de personas en el país.
La propagación del coronavirus, que significa un mayor riesgo de muerte entre adultos mayores y pacientes con problemas de salud, aún es elevada en Washington. Trump, de 73 años, y Pelosi, de 80 años, trabajan en costados opuestos de la Avenida Pensilvania en lo que se perfila como otro multimillonario paquete de ayuda contra la crisis.
En ese sentido, el progreso fue mínimo el miércoles. La propuesta de $3 billones que presentó Pelosi fue aprobada en la Cámara Baja la semana pasada, pero fue recibida con indiferencia en el Senado, bajo control republicano. El líder de la mayoría Mitch McConnell la calificó como “poco seria y muy inclinada a la izquierda”.