LOS ÁNGELES - La familia de un piloto que falleció cuando su helicóptero se estrelló en 2020 mientras combatía un incendio forestal en California llegó a un acuerdo de $15 millones con la empresa que le daba mantenimiento a la nave, informaron sus abogados el viernes.
Michael Fournier se encontraba lanzando agua el 19 de agosto de 2020 sobre un terreno accidentado cuando su helicóptero Bell UH-1H rojo brillante se precipitó repentinamente en una ladera mientras ayudaba a combatir el incendio Hills, que ardía a 10 millas al sur de la pequeña ciudad de Coalinga, en el Valle Central.
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MIRA AQUÍ GRATIS Fournier trabajaba para una empresa privada del sur de California que tiene contratos con el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire) y otras agencias para proporcionar aeronaves de extinción de incendios y otros servicios.
"La demanda de la familia Fournier buscaba respuestas y rendición de cuentas, y este resultado cumple precisamente ese objetivo", declaró Andrew Robb, uno de los abogados que interpuso la demanda. Robb indicó que la familia no haría declaraciones públicas.
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SUSCRÍBETE Una investigación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte concluyó que el helicóptero se estrelló debido a una falla del sistema hidráulico.
Momentos antes del accidente, Fournier comunicó por radio al control de tráfico aéreo que tenía problemas con el sistema hidráulico del helicóptero, según Robb.
Fournier trabajaba con Guardian Helicopters, con sede en Fillmore, California, y en ese momento tenía un contrato con Cal Fire para prestar servicios de emergencia. El acuerdo fue pagado por Rotorcraft Support, Inc., la empresa que realizaba el mantenimiento del helicóptero. Se dejó un mensaje telefónico a la empresa de mantenimiento del helicóptero sin obtener respuesta inmediata el viernes.
Local
El helicóptero de Fournier se estrelló en una zona remota, montañosa y llena de humo, a la que el equipo de búsqueda y rescate del Departamento del Alguacil del Condado de Fresno tardó casi cuatro horas en llegar.
Catorce miembros del equipo, en cinco Jeeps, recorrieron millas por tierra blanda bajo un cielo cargado de humo, abandonando finalmente los vehículos para caminar los últimos cientos de metros hasta el lugar del accidente. Allí, envolvieron cuidadosamente el cuerpo de Fournier en una bandera estadounidense y lo subieron a uno de los vehículos.
