
CONDADO MADERA, California.- Una presunta conducta sexual inapropiada contra mujeres encarceladas en la prisión de Chowchilla, tiene en el centro de la investigación al exfuncionario carcelario Gregory Rodríguez. De acuerdo a autoridades estatales, el caso ha sido remitido a la Fiscalía de Madera para que interpongan cargos criminales.
"Rodríguez vergonzosamente se escondió detrás de su placa y la usó para victimizar a una población vulnerable”, dijo el director de Central California Women Facilty (CCWF), Mike Pallares.
En julio de 2022, la Oficina de Asuntos Internos (OIA) del Departamento Correccional y de Rehabilitación (CDCR), y la Unidad de Servicios de Investigación (ISU) de la prisión en Chowchilla (CCWF, por sus siglas en ingles) comenzaron a investigar a Rodríguez luego de descubrir que aparentemente existía una conducta sexual inapropiada entre él y las mujeres encarceladas en CCWF.
A lo largo de la investigación inicial, se ha identificado a más de 22 víctimas potenciales y se ha trabajado en estrecha colaboración con la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Madera.
“El departamento condena a cualquier miembro del personal, especialmente a un oficial del orden público, que viole su juramento y destruya la confianza del público”, indicó el secretario del CDCR, Jeff Macomber.
“Continuamos esta investigación para asegurarnos de que estamos erradicando a cualquier empleado que no obedezca la ley y para buscar otras víctimas”, agregó Macomber.
El caso fue remitido a la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Madera para un proceso penal. "Esperamos que rinda cuentas en la mayor medida de la ley”, señalaron autoridades a través de un comunicado.
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Rodríguez se retiró del servicio estatal el 25 de agosto de 2022 después de que los investigadores de asuntos internos se acercaran a él. Llevaba 12 años sirviendo como oficial correccional de CCWF, más conocida como la prisión femenina del centro de California.
CCWF es la institución femenina más grande del estado y actualmente alberga a aproximadamente 2,200 personas y emplea aproximadamente a 1,250. CCWF brinda educación académica, trabajo y capacitación vocacional, asesoramiento y programas especializados a las reclusas con el fin de lograr una reintegración exitosa en la sociedad.