Miembros del PRI culpan a Peña Nieto de derrota

La corriente Democracia Interna lamenta la derrota más penosa en la historia del PRI.

Un grupo de militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) responsabilizó el martes al gobierno de Enrique Peña Nieto de los malos resultados en las elecciones del domingo en México, y exigió "reconstruir" la agrupación.

La corriente Democracia Interna, encabezada por el exgobernador de Oaxaca Ulises Ruiz, publicó una carta dirigida a militantes y simpatizantes del PRI en la que afirmó que la victoria del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien acaparó 53% de los sufragios, fue "apabullante e indiscutible".

El candidato del PRI a la presidencia, José Antonio Meade, quedó en un distante tercer lugar, con 16.4% de los votos, y el partido no se llevó ninguna de las nueve gubernaturas que estaban en juego.

Factores como el "ninguneo a la militancia y el abandono de los comités directivos estatales" llevaron al partido a "la derrota más penosa de su historia", argumentaron los priistas disidentes.

Tras criticar la labor de Enrique Ochoa como presidente del partido (junio de 2016-mayo de 2018), añadieron que "nunca en la historia del PRI la soberbia de una dirigencia inepta influenciada por el grupo en el poder había ocasionado tanto daño ni habían ofendido tanto al priismo".

Los firmantes argumentaron que Peña Nieto y los funcionarios de su gobierno, "principalmente quienes han estado encargados del combate a la inseguridad y la pobreza", así como los que cometieron actos de corrupción, son "responsables" del resultados electoral.

Exigieron que así lo reconozcan y que entiendan que "no tienen cabida en la reconstrucción del PRI".

"No podemos permitir que sigan haciéndole daño a nuestra organización, que la aniquilen", añadieron.

La reconstrucción necesaria, sostuvieron, debe venir únicamente de la militancia, cuando los ánimos se serenen y haya "condiciones de equidad e inclusión".

Democracia Interna criticó el "amiguismo" que se ha dado en el seno del partido para colocar a gobernadores que utilizaron sus cargos para el "enriquecimiento personal, familiar y de sus grupos cercanos".

Aunque la corriente no dio nombres propios, el comentario fue una referencia clara a aquellos mandatarios estatales que han acabado implicados en hechos de corrupción, como Javier Duarte o Roberto Borge, exgobernadores de Veracruz y Quintana Roo, respectivamente.

"Si queremos un PRI fuerte, dejemos que las mayorías decidan el futuro de nuestra organización política. Devolvamos el partido a sus verdaderos dueños, sus militantes", concluye la misiva.

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