DES MOINES, Iowa — La gran incógnita para las elecciones de 2020: ¿Volverán los habitantes de Iowa a darle su apoyo a Trump, o se han arrepentido y votarán por los demócratas?
Los votantes de Iowa favorecieron a Barack Obama en 2008, al año siguiente la Corte Suprema estatal avaló el matrimonio homosexual y en 2012 el estado volvió a inclinarse por Obama.
Sin embargo, en 2016 sus votantes favorecieron a Donald Trump por un margen amplio, tras sufrir los embates de la Gran Recesión que castigó con dureza las zonas rurales y que provocó un colectivo ánimo de agravio.
En las elecciones de 2016 no sólo ganó Trump de manera abrumadora, sino que los republicanos terminaron controlando la gobernación y ambas cámaras de la legislatura estatal.
En la bancada legislativa federal, todos menos uno de los legisladores son republicanos.
¿Qué ocurrió? La reforma del sistema de salud que impulsó Obama no fue muy popular.
La recesión redujo la proporción de habitantes en zonas rurales que contaron con título universitario y los republicanos lograron tachar a los demócratas como un club elitista alejado de las penurias de la gente común.
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Ante esas tendencias, el camino quedó allanado para un resurgimiento de los republicanos y una victoria de Trump.
Trump terminó llevándose Iowa por un porcentaje aún mayor que en Texas: ganando 93 de los 99 condados, incluso los de clase obrera Dubuque y Wapello, donde no había ganado un republicano desde Dwight D. Eisenhower.
Ahora los reflectores se orientan hacia los demócratas, pues allí comenzarán las asambleas de ciudadanos para escoger al candidato de ese partido, que se enfrentará con Trump en las elecciones de noviembre de 2020.
¿Existe la posibilidad de que el estado vire otra vez hacia los demócratas?
El nivel de participación en las asambleas o “caucus” podrían presagiar el entusiasmo de los demócratas y el tipo de candidato que los votantes del estado -que históricamente han acertado al escoger al nominado demócrata- consideran óptimo para derrotar a Trump.
Si el vuelco a la derecha se ha frenado, Trump podría verse en dificultades en otros estados del centro-norte de Estados Unidos que en 2016 ganó por márgenes más estrechos.
“Se han ido demasiado a la derecha y poco a poco están volviendo”, opinó Tom Vilsack, un demócrata y quien fue dos veces gobernador de Iowa. “Aquí habrá una corrección real”.
En las elecciones legislativas de 2018, los votantes de Iowa sacaron a dos representantes republicanos y por poco desbancaron a un tercero. Por primera vez en una década, hubo más votantes demócratas que republicanos en promedio.
Además, eligieron por primera vez a dos mujeres como representantes al Congreso federal: Cindy Axne, de Des Moines y sus alrededores, y Abby Finkenauer, quien se anotó varios condados antes dominados por Trump.
Los demócratas se llevaron 14 de los 31 condados de Iowa que Trump dominó en 2016 y que Obama había ganado en 2008.
“Ganamos varias elecciones legislativas y desbancamos a varios republicanos”, afirmó Jeff Link, un veterano asesor de los demócratas en Iowa. “Creo que eso despeja toda duda posible de que Iowa podría ir en dirección cualquiera el año entrante”.