ESTADOS UNIDOS - La leche de vacas lecheras de Texas y Kansas dio positivo en las pruebas de influenza aviar, dijeron autoridades de Estados Unidos el lunes.
Funcionarios de la Comisión de Salud Animal de Texas confirmaron que el virus de la gripe es la cepa H5N1 de tipo A, conocida desde hace décadas por causar brotes en aves e infectar ocasionalmente a personas. La influenza está afectando a vacas lecheras de más edad en esos estados y en Nuevo México, y causa una disminución en la producción de leche y en el apetito.
El aviso se produjo una semana después de que funcionarios en Minnesota anunciaron que las cabras de una granja donde había habido un brote entre aves de corral fueron diagnosticadas con el virus. Se cree que es la primera vez que la patología — conocida también como gripe aviar altamente patógena — se detectaba en ganado en Estados Unidos.
El suministro comercial de leche es seguro y el riesgo para la población es bajo, dijo el Departamento de Agricultura. Las centrales lecheras solo pueden suministrar leche de animales sanos, y la de los que no lo están se desvía o se destruye. La pasteurización también mata virus y otras bacterias, y el proceso es obligatorio para toda la leche que se vende a través del comercio interestatal, apuntó la agencia.
“En este momento, no existe ninguna preocupación acerca de la seguridad del suministro comercial de leche o de que esta circunstancia suponga un riesgo par la salud de los consumidores”, indicó el Departamento de Agricultura en un comunicado.
El gobierno federal explicó que las pruebas realizadas al ganado no detectaron ningún cambio en el virus que pudiera hacer que se propague más fácilmente a la población.
En Texas, los productores empezaron a preocuparse hace tres semanas, cuando el ganado comenzó a caer enfermo por lo que las autoridades calificaron de “misteriosa enfermedad de las vacas lecheras”, según el director del Departamento de Agricultura estatal, Sid Miller. La producción cayó drásticamente y las vacas estaban en letargo y no comían mucho.
“No habíamos visto nada parecido antes”, dijo. “Era como si tuviesen gripe”.
Los expertos sostienen que el ganado parece recuperarse por su cuenta en un plazo de siete a 10 días. Esta es la diferencia con los brotes entre aves de corral, que exigen sacrificar a bandadas de animales para deshacerse del virus. Desde 2022, los brotes han causado la pérdida de alrededor de 80 millones de aves en las granjas comerciales de Estados Unidos.
Hasta ahora, el virus parece estar infectando a alrededor del 10% de las vacas lecheras lecheras de los rebaños afectados, apuntó Michael Payne, veterinario de animales para alimentación y experto en bioseguridad del Western Institute for Food Safety and Security de la Universidad de California-Davis.