Con la habilidad que le ha dado la experiencia de 80 años trabajando, Don Chava cumple cabalmente con los pedidos que sus clientes le hacen cada día en Menlo Park, California.
En el garaje de su casa, ubicada en Madera Avenue, se dedica a la sastrería, oficio al que se debe desde que era un niño de 9 años.
Comenzó trabajando la tierra en Michoacán, México, junto a su padre. Pero más tarde aprendió a hacer pantalones.
Don Chava migró hace 28 años de México a Estados Unidos, donde lo esperaban sus hijas, a quienes siguió sacando adelante con este oficio y haciendo otras labores más.
“Los viernes me voy a juntar botes también a las 5:00 a.m.”, dijo Don Chava.
A sus 89 años, no deja de trabajar en la compostura de ropa, porque lo disfruta.
“Les digo a mis hijas que si no tuviera esto, qué iba a hacer, me iba a enfadar y así estoy contento”, aseguró el hombre.
EEUU
Pero también trabaja porque hay que pagar las cuentas. “Yo tengo que ayudarles a pagar la renta, luz, agua, por eso me sirve esto”, afirmó Don Chava.
Sin embargo, el paso de los años a veces se siente.
“Hay veces que tiene uno días buenos en la vista y días malos, hay veces que ensarto la aguja sin los lentes y hay veces que tengo que ponérmelos porque sin los lentes no alcanzo”, relató.
El mexicano se ha vuelto un ejemplo de lucidez y ganas, y hasta su doctor quiere aprender de él.
“Él dice que estoy bien de todo y me dice que le diga la receta” indicó Don Chava. “Como frijoles, lentejas, papas, leche a veces tomo también, blanquillos”, reveló sobre su dieta.
El hombre agregó además que debe su longevidad, lucidez y energía a que nunca tuvo vicios.