CONDADO TULARE, California - Un hombre fue puesto tras las rejas después de que, según las autoridades, atacó a un oficial de policía con su vehículo mientras conducía bajo los efectos de una sustancia enervante.
El 15 de agosto, aproximadamente a las 8:15 p.m., un sargento de la policía Tulare estaba sentado en su patrulla en el estacionamiento que está directamente contra la parte trasera del cuartel general del Departamento de Policía Tulare, cuando fue su unidad fue embestida por otro vehículo.
El oficial se estaba preparando para alejarse de la patrulla cuando un vehículo, que viajaba hacia el oeste sobre la avenida Inyo, aceleró de repente y giró abruptamente hacia la entrada de la policía de Tulare y chocó contra la patrulla en la que estaba sentado el sargento.
El sargento inmediatamente salió de su patrulla creyendo que se trataba de un acto intencional porque escuchó que el vehículo aceleraba y giraba directamente hacia él.
Ambos ocupantes del vehículo sospechoso salieron inmediatamente del automóvil y se vio que el conductor masculino entraba y salía del vehículo sospechoso mientras parecía que estaba buscando algo en el asiento trasero, dijeron las autoridades.
El sargento sacó su pistola y ordenó a ambos sujetos que "se tiraran al suelo".
La mujer del lado del pasajero obedeció de inmediato, pero el conductor masculino al principio no cumplió y se notó que "sostenía algo negro" en la mano.
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El sargento usó su patrulla y el vehículo sospechoso como escudo y continuó ordenando al sospechoso que se tirara al suelo hasta que finalmente obedeció.
Los oficiales que respondieron llegaron y aseguraron a ambos sujetos sospechosos.
El hombre fue identificado más tarde como Adam Hernández y afirmó que tenía un cadáver en el maletero de su vehículo.
Sin embargo, una inspección del vehículo reveló que no había ningún cuerpo en el maletero.
Hernández admitió que se había estrellado deliberadamente contra la patrulla y que había usado metanfetamina antes del choque, dijeron las autoridades.
Más tarde, el sospechoso fue trasladado a la cárcel del condado Tulare, donde fue fichado por cargos de asalto con un arma mortal a un oficial de policía.
